jueves, 27 de noviembre de 2014

Escuelas aceleradas, ¿la escuela del futuro?

    Las escuelas aceleradas o democráticas son escuelas en las que se trabaja con niños o adolescentes de ambientes desfavorecidos acelerando si proceso de aprendizaje para que alcance el nivel que le corresponda. Pero, lo más llamativo de este tipo de escuela es el método: todo el proceso de aprendizaje se basa en potenciar las capacidades de los alumnos partiendo de la idea de que todos los alumnos, independientemente de sus características sociales, económicas o física, tienen altas posibilidades de éxito. Es decir, obviar por completo el llamado efecto pigmalión.

    Este tipo de escuela surgió en Estados Unidos de la mano de Henry Levin con dos escuelas piloto en la que a los alumnos se les proporcionaba herramientas ser un miembro creativo, crítico y productivo de nuestra sociedad.

    En Reino Unido este movimiento también apareció con fuerza. Una muestra de ello es la escuela "Summerhill" que desarrolla una educación basada en los siguientes principios pedagógicos que Alexander Sutherland Neill defendió en sus obras:

·         Firme convicción en la bondad natural de los seres humanos.
·         La felicidad como máxima aspiración de la educación.
·         El amor y el respeto como bases de la convivencia.
·         La importancia de la corporalidad y la sexualidad.
   A partir de estos principios que se relacionan con el pensamiento de Rousseau y Wilhelm Reich, la escuela funciona con unas características especiales que la diferencian de las escuelas convencionales. Entre ellas destacan:
·         Ausencia de exámenes y calificaciones.
·         Asistencia no obligatoria a las clases.
·         La asamblea como órgano de gestión.
·         Ausencia de reprimendas y sermones.
·         Trato igualitario entre niños y adultos.

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